
En el plano filosófico o trascendental, la crítica regresiva conduce a la idea de materia indeterminada, pero como es trascendental no produce la desintegración de la propia conciencia reflexiva (como ocurre en el nihilismo), sino que mantiene firme la hipótesis de la propia actividad crítica de la conciencia corpórea que se va configurando a sí misma en el propio proceso circular que se desencadena entre el regressus y el progressus . Aunque regressus y progressus son procesos metodológicos complementarios y circulares, no tienen por qué ser conmensurables y cerrados, como hemos mostrado a propósito de los análisis del concepto de libertad (Tema 16) y del concepto de persona (Tema 17).»
«Symploke», 1988, Gustavo Bueno, Alberto Hidalgo y Carlos Iglesias.
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