«Colaborar a que la Filosofía no sea sólo amor a la sabiduría, sino sabiduría académica —aunque su contenido sea prácticamente el de una docta ignorancia—: éste es el ideal hegeliano que, contra el espíritu de Hegel —para quien la filosofía era la sabiduría simpliciter—, alienta en estos Ensayos.
Saber que el hombre es mortal (es decir, que no es inmortal), saber que no podemos construir el móvil perpetuo, es saber algo negativo —aunque esta negación implica muchos saberes positivos—, pero no es la negación del saber. La negación del saber se produce cuando se cree que se sabe algo positivo, no sabiendo, en realidad, nada, o cuando se cree que no se puede saber ni siquiera algo negativo. La negación del saber es el dogmatismo o el escepticismo.
Estos Ensayos quieren cultivar un género de Filosofía que no sea dogmática, pero tampoco escéptica.
En cualquier caso, en estos Ensayos la Filosofía se concibe como un género de discursos que van orientados internamente no ya a la construcción de nuevas teorías (o sistemas de Ideas), que se ofrecen a la curiosidad de un público más o menos extenso, sino a la acción, a la «edificación». Pero no porque la acción o la edificación sea el tema que estos discursos asumen por modo de intimación, de exhortación o de planeamiento, y que después debiera ser ejecutada en una fase «postfilosófica». Si la Filosofía es acción, es la acción que dimana de la eficacia de los propios discursos —en las condiciones adecuadas—; es la acción que, por la palabra, se dirige a las conciencias, a la «reforma del entendimiento«.»

«Ensayos materialistas», 1972, Gustavo Bueno.
Libro disponible en formato pdf en la web de su fundación.


Conocimiento negativo (Symploke).

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